Hábil para
la evitar su captura, mediante la estrategia de disponer de diversos puntos de
descanso y cobijo, dejando pasar los días
y que quienes le perseguían perdían pista y tiempo.
Su busca y captura estaba dirigida por el Gobernador de Sevilla, Don Francisco de
Bruma y Ahumada, al que aparte de
disponer de la obligación legal de captura, tenía un aliciente de
enfrentamiento personal con el bandolero.
Una vez
apresada y ejecutada su banda, Diego Corrientes huye a Portugal y es localizado en un cortijo, denominado “pozo del caño” situado en el camino, ahora
carretera, que une las poblaciones de Olivenza y San Jorge de Alor, que en
aquella época era territorio Portugués
Tras un
enfrentamiento con soldados españoles y portugueses, es apresado, trasladado a
Badajoz y posteriormente a Sevilla donde se le juzga y condena a muerte, siendo
ejecutado y descuartizado el 30 de marzo
de 1781 y sus restos expuestos en cruces
de caminos como escarmiento.
En la sierra
de Alor, se encuentra uno de sus
escondrijos, en una zona de espesura, en el cordal de la sierra que controla
tanto el camino del valle de la misma sierra como los llanos de Olivenza,
siendo visible la ciudad de Badajoz en la lejanía.
Este es
actualmente el cortijo que se considera el lugar donde se produjo el enfrentamiento
y apresamiento del bandolero.
2 comentarios:
Curiosa historia amigo. Un saludo
Hola, me gusta tú blog ya tienes otro seguidor
Un saludo desde Doña Mencia ( Cordoba )
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